miércoles, 15 de mayo de 2013

The Bet. Capítulo 27.


#101                                                       #BPOV.
Amaneció lluvioso, nublado y según los pronósticos habría una nevada comenzando así la temporada de las fuertes nevadas.
Lo que significaba no clases durante semanas.
Me levanté estirando mi cuerpo agarrotado y miré que alguien estaba junto a mí abrazándome.
Toqué su cabello y sonreí.
No podía creer que después de tantas peleas, tantas discusiones y todo, ella había recurrido a mí para contarme sus problemas.
Vicky me había llamado a las once de la noche llorando, preguntándome si podría ir por ella.
Papá fue por ella y llegaron remojados de pies a cabeza, ella seguía llorando.
Pasé toda la noche con ella, ella ya no lloraba, pero si sollozaba de vez en cuando en mi regazo, mientras yo le acariciaba la cabeza una y otra vez. Vicky no me contó nada pero no importó, eran sus cosas y ella sabría a quien confiárselas.
No supe bien a que horas quedamos dormidas, pero según yo, todo lo sucedido ésa noche había sido parte de un sueño, pero oh mi sorpresa, ella efectivamente estaba aquí.
Fui hacia mi perchero y me puse mi bata para después bajar a conseguir algo de desayuno.
Me encontré con papá en la cocina silbando una melodía de un comercial que habíamos visto hacía un par de noches atrás.
Me recargué en el marco de la puerta, sonriendo.
Después de todo, quería a mi papá como a nadie y no importaba cuantas veces pasara lo mismo, siempre lo perdonaría.
Me impresionaba la capacidad de traer felicidad a la casa, el día estaba nublado, y aquí en casa parecía ser un buen día soleado.
Cuando él se dio la vuelta se sorprendió de verme ahi y pegó un saltito deteniendo su cómica melodía.
-Buenos días. - dije inocentemente.
El se rió.
-Buenos días, me llevé un buen susto..- admitió.
-¿Qué haces? - pregunté con interés.
Ver a mi papá en la cocina realmente era extraño en él, y mas siendo las ocho de la mañana, prácticamente de madrugada para nosotros.
-Preparo el desayuno para todos.
-Whoa, ¿a qué se debe ése honor?- pregunté asombrada mientras caminaba con el fin de sentarme en el taburete del desayunador.
El se dio la vuelta y sacó una gran variedad de frutas del refrigerador.
Está bien, esto ya me estaba asustando.
-Bueno, tenemos una invitada, hay que hacerla sentir bien. - dijo simplemente mientras cortaba un kiwi en pedazos.
-Oh, si.- sonreí.- En ése caso hay que traerla de vez en cuando... Como sea,  ¿te ayudo en algo?
Tomé una baya azul y me la metí a la boca.
Papá me miró feo.
-Sí, quiero que dejes de comerte los ingredientes del desayuno por favor.
Mastiqué la baya y puse los ojos en blanco.
-Ahora, vete de mi cocina que me desconcentras. - dijo ahora bromeando.
Me levanté del taburete, tomé una fresa y corrí hacia la sala.
-No te daré fruta en el desayuno, Brenda. - gritó mi papá riéndose.
Me tiré en la sala, acostándome mientras tomaba el control remoto y prendía la televisión.
Había un capítulo de Bob Esponja, y como no había nada mejor que ver, lo comencé a mirar.
Vicky se sentó en el sillón seguida de éste y sonrió incómoda.
-Buenos días. - dijo
Su voz estaba ronca, sus ojos inflamados y rojizos.
-Buenos días.- contesté mientras me levantaba.-¿Cómo dormiste?
Se rió.
-Bien, siento haberte abrazado. - dijo apenada.
Victoria pidiéndome disculpas era en realidad algo shockeante para mí, pero se sentía bien.
-No te preocupes, igual dormí muy bien...
Hubo un silencio incómodo.
-¿Ya estás bien? - pregunté mientras me arriesgaba a que ésta pregunta la tomara a mal y terminara todo ésto arruinándose.
-Supongo... Gracias por preguntar.
Sonreí.
Sonó el teléfono de la casa y lo tomé sin pensar.
-¿Hola?
-Hey, Brenda. - dijo Maïa desde la otra línea.
 -Hola extraña, hace mucho que no hablamos.
Y era verdad, hacia bastante que no hablábamos, no por que ya no éramos mejores amigas, si no que con ésto de estar eligiendo universidades, estar en los últimos meses de preparatoria y además tener novio no era fácil. En mi caso también se añadía un trabajo, así que nuestro contacto ya era muy difícil.
-Lo siento, amiga, de verdad... Para éso te hablaba, hay que salir y hacer algo, cero novios, cero escuela. Una salida de chicas, solamente.
Suspiré mientras veía a Vicky de reojo.
-¡A desayunar!- gritó papá desde la cocina.
Vicky se levantó de un salto y caminó hacia la cocina.
-Lo que pasa es que... - comencé a decir.
-Oh, vamos, no me canceles ¿sí?, tengo ganas de estar contigo.
Suspiré mientras caminaba hacia la cocina.
-Maïa, no lo sé...
Papá me miró preguntándome que si que pasaba.
-¿Una pijamada, tal vez? - probó Maïa de nuevo.
-Me esperas un segundo?- le pregunté.
-Vaaale.
Tapé el micrófono del teléfono.
-¿Puedo hacer una pijamada?
El sonrió.
-Sí, solo que puras niñas, nada de muchachos dentro de mi casa.
Sonreí de vuelta.
Continué la llamada.
-Está bien, hagamos la pijamada aquí en mi casa...
Maïa soltó un gritito.
-Geeenial, me tendrás ahí a las cinco, chao te quiero.- dijo antes de colgar
-Adiós.- dije, pero ya era demasiado tarde
Papá puso un plato delante mío y yo solté un gritito.
Eran waffles con bayas azules arriba, junto tocino y un vaso de jugo de manzana.
Puso un bowl enfrente de mí lleno de distintas frutas, haciendo que el bowl tuviera una gran explosión de colores dentro.
Esto era bastante, lo máximo que papá sabía hacer era pan tostado con mermelada. O eso creía yo.
Ahora no cocinaría yo.
Comenzamos a comer todos en silencio, disfrutando, en mi caso, del rico desayuno.
-¿Son de la misma talla? - dijo papá mirando la pijama que le había prestado a Vicky.
Me ruboricé.
-Se podría decir, pero... Ella tiene mas que yo, si sabes a lo que me refiero.
Y era verdad, la blusa le quedaba muy ceñida en el pecho.
Vicky se rió al ver la expresión de incomodidad de papá.
Mastiqué un pedazo de mango y miré a Vicky.
-Hey, ¿quieres unirte a la super mega pijamada?
Ella suspiró.
-Creo que no le caigo muy bien a tu amiga..
Sonreí.
-Ella es buena a su manera, si le caes bien.. Además, no podemos hacer una pijamada de dos, es ridículo.
Bueno, mas ridículo era hacer pijamadas a los 17 años, pero que mas da.
-Está bien...-dijo sonriendo.
Esta chica estaba cambiando.


Maïa me estaba pintando las uñas de los pies de color rojo carmín mientras tarareaba la marcha nupcial.
-Deja de cantar éso, me pone los pelos de punta.- dije.
Ella me miró y sonrió.
Miré a Vicky, que estaba recostada en un sillón inflable mientras comía de un bowl, fruta que papá nos había  preparado y leía Us Weekly.
Bufé.
-Esa revista es una porquería, ¿sabes? Tírala al río y quémala.
Vicky me miró divertida.
-No es posible que la tire al río y luego la queme...
Puse los ojos en blanco.
-Entonces... ¿Cómo van con el amor?- dijo Maïa cambiando de tema, mientras pintaba la uña de mi meñique.
Suspiré dramáticamente.
-Muy bien, tan bien que casi podría morir de tanto amor que tengo. - me callé de pronto.
Repasé la oración y me reí.
Éso había sido muuuy cursi, pero realmente me sentía así. Completa.
Miré a Maïa.
-¿Y ti como te va con tu nuevo amor?
Le dí un gran mordisco a una rebanada de pizza que agarré de la caja.
-Es como.. No lo sé, es nuevo para mí ¿sabes?, es como si de repente todo mi pasado se haya esfumado y solo quedamos él y yo. Es medio cursi, pero es como me siento ahora, pienso que su amor por mí es sincero y eso es lo que importa realmente.
Me quedé estupefacta con las palabras de Maïa, nunca la había escuchado decir algo tan... ¿profundo?.
Maïa y yo miramos a Vicky.
-Ahora tú Victoria... ¿Cuál es tu nueva conquista? - murmuró Maïa acercándose a ella cautelosamente.
Esto era ridículo, tratar a Vicky como intrusa o algo así, era mas que ridículo.
Vicky se quedó callada.
-Los hombres son idiotas, no se como la gente sobrevive al amor, a los hombres, a la vida en general. La vida es una porquería.
Tosí, incómoda.
-¿Por qué dices éso? - preguntó Maïa.
-Por que sí, a veces comienzas a confiar en alguien, pero después... - un sonido proveniente de la ventana la calló.
-Ve a ver, Brenda.- susurró Maïa.
-¡No! - exclamé con miedo.
Otro sonido, como un golpe, vino de la ventana.
Vicky y Maïa me miraron mal.
Me levanté resignada de la cama y me acerqué a la ventana, en donde me encontré a un chico con un iPod en la mano.
Me miró y dije algo que no pude escuchar.
Abrí la ventana y el frío aire otoñal/invernal hizo que se me calaran los huesos.
-¿Qué dices? - le grité.
-¡Vicky! ¡Dile a Vicky que vea por la ventana!- gritó.
Suspiré.
Di media vuelta y miré a Vicky.
-Te buscan...
Maïa emitió un pequeño gritito.
Vicky se levantó del sillón dejando el bowl en el piso y miró por la ventana.
Comenzó la canción "The Scientist" y Vicky gruñó.
Se dio media vuelta y salió del cuarto hecha una fiera.
-Ésa canción esta sobre valorada..- comenté.
Maïa se encogió de hombros.
Corrimos hacia la ventana para ver que pasaba.
Vicky lo golpeaba en el pecho mientras le gritaba cosas como "Estúpido", "patán", "vete de aquí","te odio".
Entonces reconocí al chico, era el de la delegación el que estaba con ella.
-¡Te dije que no me volvieras a buscar, Jake!-gritó Vicky con todas sus fuerzas.
Jake la miró y le tomó de las manos, evitando así mas golpes.
-Escucha, perdón ¿sí? No estoy acostumbrado a dar disculpas, se que soy un patán y todo, pero te extraño Victoria, mucho. Por favor perdóname, te quiero más de lo que debería o mas bien mas de lo que pensaba, eres tan tú que, me doy cuenta que no debí de haberte dicho éso. No se como arreglar éso, soy un estúpido por no poder hacer que todo ésto esté bien, pero con el corazón te digo, perdón, fui un tonto. - exclamó Jake, bajando cada vez mas su voz hasta que lo último fue un leve susurro, que no se muy bien como alcancé a escuchar.
Los copos de nieve comenzaron a caer lentamente, dándole a la escena un toque de romanticismo.
Maïa y yo nos miramos emocionadas, ésto era tan conmovedor.
Vicky lo abrazó y después lo besó como si no hubiera un mañana, tomándolo del cuello y enroscando sus dedos en el cabello de Jake, mientras que él la tomaba por la cintura y lo acercaba a él.
-Awww, que conmovedor. - lloriqueó Maïa
Me reí.
Le pegué un codazo.
Cuando se terminaron de besar, Jake dijo algo y apuntó hacia acá. Vicky volteó y puso los ojos en blanco.
-¡Vayan a hablar con sus novios, par de metiches! - gritó.
Me reí, cerré la ventana y me dejé caer en la cama.
-El amor, el amor. - canturreé
Y así es como había terminado nuestra noche de pijamas, en una linda escena de amor mientras la nieve caía.

-Lizz.

Al demonio, confundo los personajes Joe/Jake y ahora hubo una falla técnica... Me estoy haciendo vieja.



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