miércoles, 8 de mayo de 2013

The Bet. Capítulo 26.


#100                                                                        #VPOV
Un teléfono sonaba a lo lejos, una y otra vez.
Puse una almohada arriba de mi cabeza y la apreté tanto como pude contra mis oídos.
Mi cabeza me dolía como nunca en mi vida me había dolido... Ja, ni yo me la creía. Traía una resaca producto de la borrachera de anoche. No me acordaba de nada, solo como llegué a esa fiesta.
Cuando pensé que el teléfono se había dignado a callarse comenzó a sonar de nuevo.
-¿Podrías contestar ése teléfono o por lo menos apagarlo?. - rugió alguien a mi lado.
Me levanté sobresaltada.
Jake estaba acostado boca abajo con la espalda desnuda.
¡Oh vaya!
¿Cómo había llegado éste aquí?
Estábamos en mi casa, él acostado en mi casa tranquilamente.
OH.DIOS.MIO.
Volvió a sonar el teléfono y gruñí.
Lo miré y vi que era el mío, desgraciadamente.
Contesté.
-Oh, Cariño. - una voz melosa me saludó.
-¿Quién habla?
-Tu madre.
Hija de las mil mierdas.
Quité la cobija de mí y me bajé de la cama para ir a la cocina.
-Eres una completa zorra hija d...
-¡Calmate, Victoria!- me interrumpió.
La rabia ya recorría por todo mi torrente sanguíneo.
-¿Qué me calme? ¿Quieres que me calme? ¡PUES NO!- exploté.- Toda mi jodida infancia creyendo que otra persona era mi padre, ¿a que juegas?
Ella suspiró.
-Creí que sería lo mejor para tí.- murmuró.
Me dieron ganas de reírme por su fingida pena, ésa ya me la sabía de derecho y al revés.
-Oh, claro.. Sí, mamá, sí. Como sea. ¿Qué quieres?
-Solo quería saludarte, hacía mucho que no hablaba contigo.
-Hola. Listo, ahora si me disculpas, un tipo bien bueno me está esperando en la cama así que chao.
-VICTORIA, ¿UN CHICO? ¿EN TU CAMA? Oh, no me cuelgues, victoria, tenemos que ha..- y colgué.
Apagué el teléfono y lo puse sobre la barra.
Abrí el refrigerador y tomé directamente del cartón de la leche.
-Vicky, vuelve a la cama, te extraño. - gritó Jake desde el cuarto.
Tragué rápidamente la leche, guarde la leche y corrí hacia el cuarto.

No éramos novios, no éramos salientes, no éramos amigos. En realidad no éramos nada de nada. Solo me acostaba con él cuando había oportunidad. Y todo comenzó cuando salimos aquella vez que nos arrestaron por primera vez, ésa mañana soltaron a Doyle y a todos los demás y fueron a casa, Jake subió a mi piso y ahí comenzó todo.
Estábamos sentados el uno al otro en una cafetería de un parque de diversiones a la orilla del océano.
Ya era noche y estaba lejos de casa. Todavía mi cabeza dolía y aún así seguía bebiendo desde una botella de Vodka que Jake había disfrazado de termo con café.
-Enserio, si sigo así terminaré con alguna enfermedad como cirrosis hepática o algo parecido.- dije mientras bebía un trago.
El se rió y me arrebató el termo para cerrarlo y guardarlo.
-No te quiero enferma, bombón.
Puse los ojos en blanco.
-Estúpido... ¿Qué vamos a hacer hoy?
El sonrió.
-Bueno, hay un concurso de baile aquí en la feria, se ganará 40 dlls cada persona que participe..¿Quieres entrar?
Sinceramente 40 pavos no me caerían nada mal. Pero algo aquí olía mal.
-¿Qué clase de baile? - pregunte escéptica.
-Oh, uno fácil, de verdad. - sonrió.- Vamos a apuntarnos, y ahí mismo te enseño...
Se paró de la mesa y me tomó de la mano, caballerosamente.
Whoa, este era un cambio... Del que me había dicho bombón hacía unos momentos, al chico dulce que me estaba ofreciendo levantarme.
Tomé su mano y me levanté.
Salimos de la cafetería sin pagar, aprovechando que estaba totalmente llena.
-El baile consiste en 3 pasos que se repiten una y otra vez, con fáciles, lo que si tienes que hacer es hacer contacto visual mientras bailas. - me explicó mientras abría apuntaba mi nombre antes del suyo en la carpeta.
-Enséñame el jodido baile, Jake. - gruñí.
El sonrió.
-Primer paso: Empiezas con tu pie derecho y das un paso adelante.- me mostró. - Segundo paso: mueves tus caderas de atras hacia adelante y por último aplaudes encima de tu cabeza. Todo en una rápida secuencia. - Dijo haciéndolo.
El baile era ridículo, sí, pero era para ganar dinero fácil.
-Ahora hazlo tú.- dijo.
Comencé dando el paso, moviendo mis caderas y dando el aplauso, hasta el Jake tomo mis caderas y las movio.
-Suelta las caderas, haz del baile algo sexy. - dijo mientras me sonreía.
Oh pero que chico tan mas coqueto.
Repetí los movimientos, pero soltando mas las caderas.
Jake aplaudió.
-Estás lista, bombón.
Lo ignoré y me percaté de que el concurso ya había comenzado.
Comencé a ponerme nerviosa.
Traté de ver por detrás del escenario, pero Jake me comenzó a besar una y otra vez,y éso impidió que yo pudiera ver a los concursantes.
-La siguiente participante es Vicky Canter.. ¿Canter qué? Oh, Vicky Canterbury. - Dijeron por micrófono, allá afuera.
Muchos aplaudieron.
Jake me dejó de besar y me empujó hacia el escenario.
Me sonrió poniendo los pulgares arriba.
Salí al escenario y me encontré con mas gente de la que esperaba.
Respiré hondo y esperé a que la música sonara.
Empezó.
Era una canción antigua, muy rápida y con buen ritmo.
Comencé mi baile, haciendo todo lo que Jake me había dicho.
Paso, caderas, aplauso, paso, caderas, aplauso. Mirada hacia el público. Repetía ése mantra una y otra vez, hasta que la muchedumbre comenzó a estallar en carcajadas. Seguí bailando.
-Chica, ése no es el baile. - gritó alguien de la primera fila.
Paré inmediatamente.
Localicé a Jake en las últimas filas rodeado de sus estúpidos amigos, todos se reían a carcajada limpia.
La rabia viajaba velozmente dentro de mis venas.
Corrí a abajo del escenario, humillada.
Todavía se reían de mí.
Cuando encontré a Jake, él me sonrió amistosamente.
-¡Jodete! ¡Eres un estúpido, Jake, un estúpido!- le grité con rabia, mientras las lágrimas caían sobre mis mejillas.
El se rió de mi desgracia, me dio todavía mas rabia y le di una buena bofetada, que terminó doliéndome a mi también y para terminar, tomé un helado que tenía un amigo suyo y se lo tiré en la cara, manchándolo completamente.
-No me vuelvas a buscar, nunca. - dije totalmente cabreada.
Me di media vuelta y no miré hacia atrás.
En mi vida me había sentido humillada, pateada y destrozada, siempre era yo la que hacía este tipo de juegos, ésto no tenía sentido para mí, sinceramente.
Yo pensé alguna vez, que Jake era diferente a todos los que conocía, pensaba que era un bufón pero en realidad tenía un bonito corazón, pensaba que el haría que yo olvidara todos mis jodidos problemas, y sobretodo pensaba que iba a ser feliz con él. Sin embargo, él me humilló, delante de lo que serían doscientas personas de distintas edades y clases sociales.
No sé como llegaron todos esos estúpidos pensamientos en mi mente, ni como yo llegué a liarme con él.
Con él había sentido una conexión, o una de ésas cosas que te dicen que estás bien ahí.
Por su culpa, mi corazón que en algún momento había estado congelado, estaba derritiéndose, sientiendo cosas que jamás pensé que llegaría a sentir.
¿Qué diablos me pasaba?
Siempre había estado en mi mente el propósito de ser una chica mala, toda una rompe corazones, tal vez también una zorra, pero jamás había imaginado que sería producto de un jueguito de un lerdo.
Grité de frustración.
Estas cosas no me pasan a mí, a todos le pasa, pero no a mi.
Oh, pero vaya sorpresa, descubrí que si me pasaba a mi. No era inmune a los hombres, mas bien, no era inmune a los hombres estúpidos.
Me senté en una banca, ya alejada del parque, y ahí me di cuenta que había comenzado a sollozar como jabalí asustado.
Para mi mala suerte, comenzó a llover a cántaros a pesar que horas antes había un lindo sol resplandeciente.
Estábamos a mitad de Noviembre, en Chicago. Yo quien sabe dónde, con frío.
Maldita sea.

-Lizz.

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